"Espelta? Ostras! Como la harina!"
Nací en Tortosa en 1989 y desde muy pequeño la cocina siempre ha estado presente en mi vida.
De muy pequeño ya entraba a cotillear cuando mi tía cocinaba, ella siempre tenía preparado un pequeño taburete bajo el poyo, me ponía encima, me arremangaba los puños y me decía «A ver hijo mío a hacer pastitas!» Y siempre nos salía todo la mar de bueno! Con ella aprendí la cocina del «chup-chup» y que los platos sin prisa siempre son mejores!
Fui creciendo y mi afición por la cocina crecía conmigo. Me gustaba probar cosas nuevas, y a menudo, mis padres veían como la cocina de su casa se convertía en una sala de experimentos.
Cuando terminé los estudios, me inició en un horno de pan como aprendiz, y allí me di cuenta, que tenía que dar un paso más, así que estudié el grado de la Escuela de Hostelería y Cocina en Cambrils, trabajé en varias pastelerías, panaderías y hoteles.
Cuando llegó la crisis, el mundo de la hostelería y pastelería se vio gravemente afectado, y cada vez costaba más encontrar trabajos en condiciones, así que decidí ir a Barcelona a seguir ampliando mis estudios.
Durante el mi estancia en Barcelona, conocí a una doctora, que sería una de mis profesoras durante aquel curso. Recuerdo el primer día, estaba pasando lista y cuando llegó a mi nombre dijo: "Espelta! Ostras! Como la harina!" Y se puso a reír. Más tarde entendí el sentido de aquel chiste. Poco a poco la Concha, que así se llama la doctora, me fue introduciendo en el mundo de los productos ecológicos, me explicó sus ventajas y cada vez me ayudó a ver más y más claro cuál sería mi meta.
Cada día estaba más ilusionado y descubría cosas nuevas, y finalmente con un pequeño empujón de la Concha y mi familia me decidí: crearía una pastelería, una empresa donde todo sería bueno, pero además sería saludable!